Vie. Mar 29th, 2024

Juan Domingo Perón ejercía, durante los primeros días de octubre de 1945, los cargos de vicepresidente de la Nación, secretario de Guerra y secretario de Trabajo y Previsión simultáneamente.

El entonces coronel era el hombre más poderoso del Gobierno militar que había derrocado al presidente Ramón Antonio Castillo y que encabezaban los generales Arturo Rawson, Pedro Pablo Ramírez y Edelmiro Farrell.

Por el creciente poder del Perón, la cúpula militar le exigió su renuncia a todos los cargos ante lo que el coronel brindó, al día siguiente, un discurso desde el balcón de la Secretaría de Trabajo ante una multitud donde detalló una lista de reivindicaciones laborales que deseaba impulsar.

Ese hecho generó la orden del Gobierno militar de detenerlo y procesarlo. El 11 de octubre, Perón y Eva se fueron en automóvil con la intención de instalarse en una isla del Delta y estar allí escondidos. La búsqueda duró hasta el el 13 de octubre cuando el coronel fue detenido y llevado a la Isla Martín García.

Pero el poder de Perón -y su relación aceitada con la dirigencia gremial- desató una huelga general exigiendo la libertad del militar quien terminó trasladado al Hospital Militar de Palermo, lugar al que arribó el 17 de octubre.

La huelga fue tan contundente que el gobierno de facto cedió y le otorgó a Perón la posibilidad de dirigirse a la multitud que se reunión en Plaza de Mayo.

A las 23.10, Perón salió a un balcón de la Casa Rosada y dio un discurso de fuerte contenido social, con promesas de mejoras y un cierre con un pedido de paz para que los trabajadores allí presentes volvieran tranquilos a sus hogares.

«Esto es pueblo. Esto es el pueblo sufriente que representa el dolor de la tierra madre, que hemos de reivindicar. Es el pueblo de la Patria. Es el mismo pueblo que en esta histórica plaza pidió frente al Congreso que se respetara su voluntad y su derecho. Es el mismo pueblo que ha de ser inmortal, porque no habrá perfidia ni maldad humana que pueda estremecer a este pueblo, grandioso en sentimiento y en número. Esta verdadera fiesta de la democracia, representada por un pueblo que marcha, ahora también, para pedir a sus funcionarios que cumplan con su deber para llegar al derecho del verdadero pueblo», dijo Perón.

Luego de esa histórica plaza, Perón fue liberado y así, el 17 de octubre se constituyó en una fecha clave y especial para los, desde entonces, denominados peronistas.

Perón retomó así la actividad política, con fuerte incidencia en el Ejército, además de casarse -el 22 de octubre en Junín- con Eva Duarte, quien fue parte importante del proyecto y la liturgia peronista.